EL CONTROL DEL CONSERVADOR EN LOS SISTEMAS FRANCÉS Y BELGA: LA CANCELACIÓN.

Resumen

En los sistemas de transcripción, Francia y Bélgica, el control del conservador de los actos que pretenden acceder a la conservaduría es meramente formal. Sin embargo, cuando se trata de cancelar una hipoteca o un privilegio, el conservador ejerce un control más riguroso, que comprende no sólo la forma sino también el fondo. El conservador, también, ha de controlar la capacidad y, en particular, la representación, aunque un notario la haya certificado. Esta idea recogida en la legislación francesa y belga ha sido reafirmada por la jurisprudencia y la doctrina de ambos países. El control más riguroso en la cancelación responde a la lógica de los sistemas de transcripción. En un sistema que se caracteriza por otorgar prioridad, la cancelación es el acto más grave por que determina la pérdida de la prioridad de modo irreversible. Los conservadores son responsables de sus errores, y responden de los daños causados con su patrimonio, y no están sujetos a órdenes de ninguna autoridad administrativa pese a su carácter claramente funcionarial. La calificación no está sometida a ninguna jerarquía administrativa.