LA DINÁMICA DEL DERECHO Y SU APLICACIÓN MECÁNICA.

Resumen

Este trabajo intenta reflejar los presuntos antecedentes técnico-mecanicistas de los Sistemas Registrales de gran desarrollo técnico-jurídico que surgieron en la Europa continental en la segunda mitad del siglo XIX, cuando los estudios ilustrados de la época rememoran los avances de la Filosofía Natural surgida en los siglos anteriores (XVI y XVII) y que en el mundo jurídico cristalizan en leyes especiales complementarias de los Códigos Civiles estandarizados en su regulación de la propiedad «estática» (modelo napoleónico), cuya reforma era insistentemente demandada por la evolución de las sociedades avanzadas para regular y propulsar la «dinámica» del Derecho en una época caracterizada por el intenso movimiento de sus elementos reales y personales, actualmente radicalizado por la masificación y la globalización de la economía mundial. Como consecuencia, el hombre actual se ve envuelto en múltiples ficciones favorecidas por la publicidad como medio de difusión de esa red simbólica que domina la vida real y que puede dar lugar a una vida «oficial» a veces distinta. Según BENTHAM, el orden jurídico que impone una vida «oficial», diferente a veces de la real, no es más que un «mecanismo» de ajuste de intereses para proporcionar seguridad como garantía de la libertad, mediante la necesaria conciliación de los derechos individuales y los generales o comunes. En las sociedades modernas es evidente que la seguridad depende de la publicidad que elimina los riesgos de la clandestinidad. Pero no basta cualquier Registro. Los Registros jurídicos de corte germánico y de gran desarrollo técnico priman sobre los demás, y actualmente se complementan con un avanzado mecanicismo utilitario del que resulta que la publicidad registral, por sí sola, puede ser apreciada como una forma de «autenticación mecánica» cuando es precedida de una rigurosa depuración, profesional y responsable, de los actos inscribibles en cuanto a su legalidad y al formalismo impuesto como garantía de esa seguridad: Es la calificación de los Registradores de la Propiedad, que, en acertada simbiosis de un juicio racional y una mecánica publicitaria, permite atribuir a los derechos proclamados en los asientos el valor que se deriva del principio de fe pública, amparado por una tutela judicial que recoge la Constitución. (Un amplio resumen de la parte filosófica se publicó bajo el título «La filosofía mecánica y el Registro» en la revista Registradores, núm. 40, septiembre- octubre de 2007).